Te miré mientras te alejabas
bajo la luna expectante,
una luna color miel,
que no entendía por qué.
Bajo su luz, le expliqué que
a veces el amor
se envuelve en situaciones irregulares,
en indefensas caricias
y kilómetros destellantes...
Que más vale un beso el once de cada mes
que no probar nunca el sabor de tu piel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario