miércoles, 12 de febrero de 2020

El nombre no importa mientras el tuyo exista

Todas las noches le cuento al viento nuestra
historia como si fuese un pacto entre él y yo.

Como si no me hubiese enamorado aún de
tus ojos, de tu sonrisa, de tus fotos, de tu rostro,
de cómo ríes, hasta la manera en la que escribes.

Como si no supiera que el destino lo planeó,
con cada momento, con cada detalle,
con toda perfección.

Le llamamos de inmensas formas:
Casualidad, accidente, suerte, coincidencia;
el nombre no importa mientras el tuyo exista.

Y es que tal vez tenga la esperanza de que,
algún día, mientras sople el viento,
recorra tu cuerpo erizándote la piel,
y puedas sentir que aún te quiero,
y puedas escuchar que aún te pienso.

Y es que cada noche le cuento al viento
nuestra historia,
De principio...
a Fin.

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Te miro y...